sábado, 5 de octubre de 2013

ITHAKA: Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca debes rogar que el viaje sea largo, lleno de peripecias, lleno de experiencias. No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes, ni la cólera del airado Posidón. Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta si tu pensamiento es elevado, si una exquisita emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo. Los lestrigones y los cíclopes y el feroz Posidón no podrán encontrarte si tú no los llevas ya dentro, en tu alma, si tu alma no los conjura ante ti. Debes rogar que el viaje sea largo, que sean muchos los días de verano; que te vean arribar con gozo, alegremente, a puertos que tú antes ignorabas. Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia, y comprar unas bellas mercancías: madreperlas, coral, ébano, y ámbar, y perfumes placenteros de mil clases. Acude a muchas ciudades del Egipto para aprender, y aprender de quienes saben. Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca: llegar allí, he aquí tu destino. Mas no hagas con prisas tu camino; mejor será que dure muchos años, y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla, rico de cuanto habrás ganado en el camino. No has de esperar que Ítaca te enriquezca: Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje. Sin ellas, jamás habrías partido; mas no tiene otra cosa que ofrecerte. Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado. Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia, sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas. KONSTANTINO KAVAFIS

viernes, 4 de octubre de 2013

BENITO LERTXUNDI: BIZKAIA MAITE Bizkaia maite, atzo goizean ikusi zindudan soineko xuriz jantzia buruan orlegi, bihotzean sua nere gogoaren ertzatik pasatzen zure usain gozoa lana, amodioa, itsasoa nere baitan sartzen. Atzo goizean entzun nuen zure berbaren oihartzuna zure kantaren fereka, bihotzean kilika eta oihartzunaren haunditasunean murgilduz joan nintzen, jauzika, hegaka. Bart arratsean arbasoen baratzaren ondoan bertsotan eta dantzan lotu zinen, alai, piper eta gatza sabel emankor. Bizkaia maite, atzo goizean ikusi zintudan soineko xuriz jantzia buruan orlegi, bihotzean sua olerkari penatuaren gozo eta mina amodio eta kanta, zure berba leun zure gatzaren bizia zure burdinaren goria dira gaur neretzat aterbe. Bizkaia maite, atzo goizean ikusi zindudan soineko xuriz jantzia buruan orlegi, bihotzean sua lirain, sendo, eder.

EL RÍO En otro tiempo hubo un río aquí, donde ahora no hay más que bancos y baldosas. Hay más de una docena de ríos bajo la ciudad, si hacemos caso a lo que dicen los más viejos. Ahora es sólo una plaza en un barrio obrero. Y esos tres chopos son la única señal de que el río sigue ahí debajo. Todos llevamos dentro un río oculto a punto de desbordarse. Cuando no son los miedos, es el arrepentimiento. Si no son las dudas, la impotencia. Un viento del Oeste azota los chopos. La gente camina a duras penas. Desde el cuarto piso una señora mayor arroja ropa por la ventana: tira una camisa negra y una falda de cuadros y un pañuelo amarillo de seda y unas medias y aquellos zapatos blancos y negros de charol que llevaba puestos el día de invierno que llegó del pueblo. Eran como avefrías heladas sus pies sobre la nieve. Los niños han salido corriendo tras la ropa. Ha tirado, por fin, su vestido de boda, que se ha posado torpemente sobre un chopo, como si fuera un pájaro demasiado pesado. Se oye un gran ruido. Se asustan los transeúntes. El viento ha arrancado de cuajo uno de los chopos. Las raíces del árbol parecen la mano de una mujer mayor, que espera que cuanto antes otra mano la acaricie. © Kirmen Uribe © de la traducción: Kirmen Uribe / Gerardo Markuleta

HIBAI ZABAL Hibaiek erabaki bat hartzen dute: Hemendik. Eta handik ez dira mugituko. Edo handik mugitzen dira geldi, edo noizean behin, hasarraturik, azkar, itsasora. Ni itsaso bat banenduka, nora noan banenki, hibaia baninz... Ai, ene tristea! Nora eta nundik noan ez dakidana...!

EUSKAL HARRIA Zerutik erori gabeko harria, ongi labratua, maisu trebe txit trebe eta habil batek landua, oinarri, gilzarri, zimentarria, adoratzen zaitugu, ez zara eroriko, Mila urte inguru da, euskaldunen artean, arbolaren itsura emandako harria, ajola gabean landatu hindugun itoginaren azpian, eta ur-tantak jan hau. Hi, arbola, Euskal Harria. GABRIEL ARESTI

ARRANCANDO CABEZAS Hay pieles de mujer más viscosas que el olor a escamas. Hay manos femeninas que van directas al estómago sin saber cómo vaciar sus entrañas. Hay sangre que se acumula en los delantales. Hay peces que tienen la mirada del marido. Hay branquias que se arrancan a jadeos. Hay cuerpos con temblor de olas. Hay quienes se acuestan con la mar. como si lo hicieran con un amante infiel. Hay mujeres que arrancan la cabeza al pescado como si fuera la propia. LEIRE BILBAO